Para realizar una tasación de oficinas, se tienen en cuenta una serie de características específicas que influyen en el cálculo de su valor. Los aspectos más específicos a tener en cuenta en la tasación o valoración de una oficina son:
Localización
La ubicación es uno de los factores más importantes a la hora de tasar una oficina. Para esta tipología de inmueble es clave tener en consideración tanto el mercado como el submercado, en el que se encuentra (CBC, Prime, etc), la cercanía a los servicios, las infraestructuras y zonas comerciales próximas.
Situación en el edificio donde se ubica
También se valora la situación y el grado de representatividad del inmueble en el que se ubica la oficina. Se tiene en cuenta la antigüedad del edificio, el estado de conservación, la calidad de los servicios y las instalaciones.
Usos permitidos
Es importante valorar los usos permitidos en el edificio donde se ubica la oficina. Existen diferencias entre las situadas en edificios de uso exclusivo y las que se localizan como uso mixto (oficina y residencial).
Características físicas
Se valora el nivel de alineamiento con los criterios ESG, el tamaño, la distribución, la luminosidad y accesibilidad.
Ocupación
El nivel de ocupación (vacancy) existente o esperado, lo cual tiene mucho impacto en el valor de la oficina.
La metodología empleada para la valoración de una oficina dependerá de distintos factores como la finalidad del informe, la existencia de contratos de alquiler, el mercado en el que se ubique, etc.
En el resultado de la valoración de unas oficinas tiene una fuerte influencia la localización, en especial si se ubica en una zona Prime o secundaria o incluso fuera de un área de negocios.
Comparación
Para utilizar este método será necesaria la existencia de un mercado representativo de oficinas que sean comparables. El cálculo se basará en los valores de mercado más habituales en el entorno, a partir de los cuales, se procede a homogeneizar de estos comparables en función de sus características y las de la oficina valorada.
En un inmueble destinado a oficinas, además de las características (equipamientos, instalaciones, etc.) propias del mismo, son especialmente influyentes:
Descuento de flujos
Para aplicar este método es necesario que el activo valorado esté produciendo rentas, por estar arrendado, o que sea susceptible de producirlas por existir un mercado representativo de oficinas en alquiler. A partir de estas rentas, del plazo en el que pueden producirlas y el tipo de interés adecuado al riesgo asumido, se calcula, por descuento de flujos de caja, el valor por el método de actualización.
Las oficinas son inmuebles que en muchas ocasiones se destinan al arrendamiento y, por lo tanto, son susceptibles de generar rentas. Es por este motivo que la valoración, en el caso de las oficinas arrendadas en el momento de la tasación o tener potencial para arrendarse, se realiza a través del método de Actualización de Rentas.
Nuestros técnicos especialistas considerarán múltiples factores para realizar la tasación con el fin de precisar al máximo el valor de la propiedad. Considerarán, entre otras, cuestiones relacionadas con la Superficie Neta Alquilable, el plazo de duración de los contratos, el nivel de ocupación esperado, la sostenibilidad del edificio y a la configuración física del propio edificio.
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